Por Juan Cesareo, Head of Business Story

Han pasado ya algunas semanas desde el Super Bowl LIX, un evento que nos recuerda cómo los estadounidenses consideran algunos de sus deportes como globales, otorgando el título de “World Champions” a pesar de que solo compiten entre ellos. Más allá de esta particularidad, para los publicistas de todo el mundo, el Super Bowl se ha convertido en “EL” evento del año para la publicidad global.

Con el costo por segundo de anuncio más alto y una de las plataformas de mayor alcance y visibilidad para los anunciantes, el Super Bowl se transforma en una vitrina donde toda la industria está pendiente de lo que sucede en los comerciales. Estos, inundando nuestras pantallas entre los constantes cortes del pausado fútbol americano (que poco tiene que ver con el “fútbol real”), parecen hechos a la medida de las marcas.

Quiero escribir sobre una tendencia que he notado con fuerza últimamente: el auge de la nostalgia. El regreso de los años 90, el resurgimiento de bandas como Oasis y el sentimiento de “haber sido” o “poder ser” nuevamente, algo que se manifiesta tanto en la política como en la publicidad.

El regreso de Trump a la presidencia y la reactivación del lema “Make America Great Again” estuvieron presentes durante todo el Super Bowl. Desde su aparición en el Caesars Superdome de Nueva Orleans (Luisiana) hasta el show de medio tiempo con Kendrick Lamar formando una bandera de EE. UU. con bailarines, Samuel L. Jackson en un papel que evocaba a Tío Sam (rememorando su actuación de Stephen en Django), y Serena Williams recreando su icónico baile de Londres 2012, inspirado en el “crip walk” de las pandillas de Los Ángeles en los años 70.

En publicidad, esta tendencia tampoco pasó desapercibida. Es allí donde, desde mi punto de vista, una vez más la nostalgia vuelve a tomar poder y relevancia en términos de comunicación y se convierte en la gran ganadora del evento.

Los comerciales del Super Bowl LIX recurrieron en gran medida a la nostalgia, con grandes figuras del cine y el deporte como protagonistas de piezas creativas. Desde Stella Artois, que unió a David Beckham y Matt Damon como si fueran gemelos, hasta los bigotes voladores de Pringles con Adam Brody, Nick Offerman y el entrenador de Kansas City, Andy Reid. Uber Eats también apostó por el pasado con un anuncio en el que Matthew McConaughey protagoniza una película de época sobre el nacimiento del fútbol americano en 1876.

Sin embargo, la marca que, en mi opinión, logró captar mejor la atención fue Hellmann’s. Su comercial “When Sally Met Hellmann’s” jugó con una escena icónica del cine de finales de los años 80, recreando el mítico “orgasmo” de Meg Ryan y Billy Crystal en Katz’s Delicatessen, pero esta vez provocado por el sabor de su mayonesa en un sándwich.

Acá te dejo el comercial de Hellmann’s:

Y si deseas ver todos los comerciales del Super Bowl LIX, puedes hacerlo dando clic en el siguiente botón: