Por Catalina Correa, Country Manager D14S Colombia.
En un mercado cada vez más saturado de mensajes, la diferencia no está en hablar más fuerte, sino en hablar mejor. En Colombia, la adopción de inteligencia artificial en marketing ya no se limita a automatizar procesos: el verdadero valor está en la personalización inteligente, aquella que logra que cada consumidor sienta que la marca lo entiende de manera única.
Según datos recientes, más del 76% de los compradores colombianos esperan una experiencia personalizada cuando las marcas conocen sus preferencias o información personal. Además, considerando que el 79% de los consumidores busca actualmente combinar la compra en línea con la verificación en puntos de venta o servicio, se abre un terreno fértil para que la IA deje de ser un simple buzzword y se convierta en un puente real entre las expectativas de las personas y la propuesta de valor de las marcas.
La clave está en aplicar la IA no solo para segmentar, sino para humanizar la comunicación. Hoy, un cliente nuevo espera un onboarding ágil; un cliente recurrente, reconocimiento; y un cliente VIP, exclusividad. Adaptar los mensajes a cada perfil —desde un correo hasta una experiencia en punto de venta— marca la diferencia entre una interacción más y una conexión duradera.
En Colombia ya existen ejemplos claros: retailers que ajustan promociones en tiempo real según el historial de compra, bancos que anticipan necesidades financieras antes de que el usuario las comunique, plataformas de streaming que recomiendan contenido con base en hábitos culturales locales e incluso campañas de sampling más eficaces gracias al conocimiento del cliente. Todo esto, impulsado por algoritmos, pero diseñado para sentirse profundamente humano.
Para las marcas, la reflexión es clara: personalizar con sentido significa usar la IA como un medio, no como un fin. Se trata de encontrar el balance entre datos, creatividad y empatía para diseñar experiencias memorables.
En D14S Colombia creemos que esta es la ruta para hackear la comunicación: poner la tecnología al servicio de las personas, y no al revés. Porque, al final, la inteligencia artificial no reemplaza la creatividad humana: la potencia. Y en un mercado tan diverso y vibrante como el colombiano, esa combinación puede ser la fórmula para transformar conversaciones en conexiones reales.